miércoles, 7 de noviembre de 2018

SEBASTIÁN DE MARISANCENA - ALFÉREZ REAL DE CARTAGO

SEBASTIÁN DE MARISANCENA Y MENDINUETA
ALFÉREZ REAL DE CARTAGO
Don Sebastián, nació en Cartago, hijo del español don Tomás de Sancena y Mendinueta, quien contrajo matrimonio en esta misma ciudad el 9 de septiembre de 1743 con doña Juana López de la Parra y Heredia. Por su temperamento así como por su espíritu progresista, podría afirmarse que represento el carácter y el esfuerzo de los hijodalgos de la colonia, dignos herederos de las costumbres de Castilla y de Granada. Las crónicas de la ciudad informan que el matrimonio de don Sebastián se efectuó en Cartago el 18 de agosto de 1783 con doña María Josefa Sanz de San Juan y Vicuña.
A este distinguido caballero le fueron encomendados en su época, trabajos de mucha importancia intelectual. No obstante, las múltiples dificultades de aquellos tiempos, mantuvo permanente contacto con la Sociedad Científica Francesa y correspondencia directa con el gobierno español que lo honró con marcadas manifestaciones de confianza, entre ellas, por mensaje especial le fueron recomendados los sabios varones de Humboldt y Bompland.
CASA MARISANCENA  O CASA DEL VIRREY
A quienes hospedó en su casa; una mansión que se considera como una de las joyas auténticas de la arquitectura colonial en América, par a los castillos y casonas que se levantan en otras ciudades españolas como Cartagena, Popayán, Tunja, etc. Esta antigua casa ha sido el punto de referencia histórica de los cartagüeños y ha constituido la admiración permanente de los turistas nacionales y extranjeros, que frecuentemente la visitan.
Don Sebastián era un hombre enérgico, generoso y emprendedor como pocos, y de espíritu público inimitable. Por su propia cuenta, y sin tener en cuenta las propias erogaciones, acometió la construcción del antiguo ´´Camino del Quindío´´
 
Antiguo Camino del Quindío
que posteriormente fue utilizado como la única vía para conectar con la capital del Nuevo Reino de Granada. Y no solamente esta obra se debió a su espíritu de ciudadano emprendedor: se preocupó notablemente por mejorar las calles y vías centrales, así como por obtener la expedición de las cédulas reales que autorizasen el reparto de los ejidos circunvecinos.
Trabajos de construcción del Camino del Quindío
Aprovechando los beneficios que se le ofrecían con la construcción de la vía a los territorios del Quindío, hizo algunas exploraciones difíciles y adquirió varios terrenos adyacentes al antiguo caserío de chozas pajizas llamado ´´´Furatena´´    y que había sido construido por unos labradores, muchos años antes. En ese sitio preciso y en los terrenos de su propiedad, fundó la población de ´´La Balsa´´ (hoy Alcalá); terrenos que posteriormente donó a este municipio.
Pintura, capilla antiguo caserío San Sebastian de la Balsa
fundado en 1791


Don Sebastián viajó a España durante el reinado de Carlos III, quien, lo ennobleció, lo hizo caballero de Alcantara y lo nombró Alférez Real Perpetuo de Cartago. Le concedió escudo de armas y le dio la facultad de cincelarlo en el portalón que sirve de entrada principal a la mansión donde vivió durante toda su vida. El escudo se haya enmarcado por 14 florones de fina talla, dentro del arco que forman dos columnas de estilo romántico que sostiene un arquitrabe (cornisa, friso o borde) del mismo estilo.


ESCUDO DE ARMAS 
Algunos peritos versados en heráldica, han afirmado que el escudo representa las dignidades de la familia Sancena. En él se ve la cruz de Castilla, unida a seis barras; dos árboles de talla corpulenta; un yelmo y en la parte superior varias iniciales que algunos peritos han puntualizado en la siguiente leyenda: ´´ALFEREZ REAL, SEÑOR DE MAR Y SANCENA´´. 






Otra de las recompensas que recibiera don Sebastián, del Rey, en pago a sus ingentes servicios, fue el privilegio ´´De Cadena´´, la cual consistía en indultar a todo condenado a muerte que al pasar por el portón de su casa, logrará cogerse del ´´aldabón´´ (llamador).


Del 26 de septiembre de 1787 en adelante le fue concedido a don Sebastián, el favor de usar en su apellido, cuatro letras más, pues antes de esa fecha se apellidaba únicamente Sancena. Este es en términos generales la semblanza, de este ilustre cartagüeño que sirvió a su tierra y fue objeto de merecidas y bien ganadas distinciones por sus realizaciones altamente progresistas y por su capacidad de servicio. De él podría decirse además, que fue el intérprete fiel de los bizarros monarcas en estas apartadas regiones y que finco sus esperanzas en el grávido suelo de sus mayores con la misma abnegación.
Don Sebastián de Marisancena y Mendinueta muere en Cartago en 1825.

Fuentes: Libros: Cartago en la Historia, de Daniel Arturo Gómez.
Historia Leyendas y Personajes de Cartago, de Daniel Caicedo Gutiérrez
Casa de la Cultura, municipio de Alcalá.

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