viernes, 19 de enero de 2018

EL BOICOT DE LA LUZ EN 1920. CARTAGO


En la semioscuridad de la luna vivía Cartago en 1920, pues el servicio de alumbrado aún se tenía por medio de faroles de petróleo, que se encendían a las 7 de la noche.

Hasta que en ese entonces, Pereira, que contaba con una planta de energía de 200 kilovatios, firmó un contrato con la ciudad de Cartago para suministrarle energía a 

500 casas y 200 lámparas para sus calles.

Cuentan que se trataba de unos alambres y unas crucetas, que se encargaban de transportar fuerza eléctrica, pero sucedió que Cartago se quedó a oscuras y Pereira en tinieblas, porque su planta eléctrica tenía que sacar ´´fuerzas de sus propias fuerzas´´ para producir reflejos en las dos ciudades.




Era tan malo el ´´alumbrado´´, que tenía más lumbre una paila de cobre. Pero un día los cartagueños inconformes con la escasez de alumbrado, resolvieron emprenderla contra Pereira, porque la única fuerza que les proporcionaba era la de tener que pagar el arrendamiento puntualmente.



Alguien comento en ese entonces: ´´Lo que Pereira nos arrienda no es ´´fuerza´´ sino ´´esfuerzo´´ y este comentario se propago de boca en boca hasta producir una marejada de protesta.

Un día el negro Evaristo, personaje emblema revolucionario, dentro de la tranquilidad cartagueña, se reunió con un grupo de amigos y resolvió estallar la huelga general y armado de una descomunal palanca de guadua, se lanzó a la calle rompiendo bombillos, quebrando pantallas y produciendo un ruido infernal, lo que encendió la chispa revolucionaria y en menos de una hora el pueblo amotinado reventaba alambres, tumbaba postes, desatornillaba aisladores.
Los jóvenes lanzaban piedras al aire buscando que se estrellaran contra los bombillos, peor no lo lograban porque la luz era tan mala que había que buscarlos a tientas para desgajarlos a golpes. 


Esa noche parecía el juicio final y ´´Abajo la Luz´´ era el grito de los manifestantes. ´´Copaiba´´ un amigo del negro Evaristo, se encontraba refocilando el intestino grueso de un hartazgo de ´´cucas´´, en la tienda de misia Luz, popularmente conocida por los magníficos ´´pandebonos y masato´´ que allí se vendía. Al oír Copaiba el griterío que vociferaba en la calle: ´´abajo la luz´´ creyó que se trataba de una huelga estudiantil que iba a saquear las reservas de pandequeso, almacenadas en la tienda de misia Luz y plantándose en la puerta desenfundo su prehistórico machetico, protestando para impedir que se tomaran la fortaleza de pandebono de la tienda de misia Luz.

Trabajo costo al negro Evaristo convencerlo de la pacifica intención de los manifestantes y hacerlo tomar parte en la pelotera. Estando ya calmados, Evaristo en compañía de Copaiba y Nariño, otro de sus amigos; se dirigieron hasta la oficina de telégrafos 
Imagen editada


 y enviaron este télex: ´´Señores de la luz. Pereira. Manden por sus bombillos para que los carguen con cocuyos vivos. Los alambres los pueden utilizar para argollas de marranos. Copaiba, Evaristo y Nariño´´.





Fuente del relato: Remembranzas de Cartago, de Cesar Martinez Delgado
Imágenes alegóricas al relato, tomadas de sitios web. 

1 comentario:

  1. No debe olvidar la etapa histórica de la colonización Antioqueña. nortedelvalle.blogspot.com. manifiestopaisa.blogspot.com.

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